domingo, 31 de enero de 2010

TEXTO DE CONTRAPORTADA E ÍNDICE DE "JOHNNY WEISSMULLER. BIOGRAFÍA"

Dado que ya se ha publicado en la web de la editorial "T&B Editores", os dejo el texto de la contraportada y el índice de "Johnny Weissmuller. Biografía", que supongo estará en las librerías ya mismo.


"Johnny Weissmuller es Tarzán. Hoy por hoy eso nadie lo pone en duda. Desde que en 1912 Edgar Rice Burroughs publicara Tarzán de los monos en el "pulp" The All-Story, muchos fueron los actores (y muchos lo serán en el futuro) que interpretaron al hombre mono en la interminable sucesión de adaptaciones de las novelas de Burroughs que el cine ha engendrado; fidedignas las menos. Johnny Weissmuller (1904-1984), nadador, ídolo de masas y gran atleta olímpico, consiguió tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924, celebrados en París (Francia), donde también se hizo con una medalla de bronce al formar parte del equipo de waterpolo de los Estados Unidos. En 1928, durante las Olimpiadas celebradas en Ámsterdam (Holanda), ganaba otras dos nuevas medallas de oro. Siendo el primer hombre que logró nadar los cien metros en menos de un minuto, algunos de sus records tardaron años en ser superados por ningún otro deportista. Interpretando el papel de Tarzán, siempre será recordado en compañía de Maureen O´Sullivan (Jane), Johnny Sheffield (Boy) y Cheeta. Se trata del actor que más ha logrado trascender en el recuerdo del público dando vida al personaje creado por Burroughs. Nacido en Freidorf (hoy parte de la ciudad de Timisoara, en la actual Rumania), falsificó su certificado de nacimiento atribuyéndose la nacionalidad norteamericana, lo que le permitió representar a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París del año 1924. Casado cinco veces (que se sepa) y padre de un hijo y dos hijas, su vida personal, una gran desconocida para el lector español, está plagada de logros y pesadumbres. Todos los detalles y anécdotas de su agitada vida es lo que este libro pretende mostrar a quien busque asomarse a aquello que los frondosos árboles de la falsa selva californiana nunca nos dejaron ver. Bienvenidos a la aventura."


Índice

- Prólogo
- Introducción
- Edgar Rice Burroughs, una vida de aventuras
- Llegada al Nuevo Mundo. La infancia en Chicago
- Orígenes de una leyenda de la natación
- Los Juegos Olímpicos de 1924
- La vuelta a casa. De héroe deportivo a héroe real
- Juegos Olímpicos de 1928, punto y aparte
- El primer empleo “de verdad”
- Johnny se convierte en Tarzán
- Tarzán de los monos
- Johnny y Lupe Vélez
- Tarzán y su compañera
- La fuga de Tarzán
- Tarzán y su hijo
- Weissmuller continúa con su vida
- El tesoro de Tarzán
- Tarzán en Nueva York
- Nuevos aires, tercer fracaso matrimonial
- El triunfo de Tarzán
- Tres días de amor y fe. Una aportación patriótica
- Tarzán en el desierto misterioso
- Tarzán y las intrépidas Amazonas
- Tarzán y la mujer leopardo
- Swamp Fire
- Tarzán y la cazadora
- Tarzán y las sirenas
- Jungle Jim (largometrajes y serie TV)
- ¿Y después qué?
- El adiós de un mito
- Récords y medallero deportivo
- Filmografía
- Notas
- Bibliografía
- Índice onomástico y de películas

sábado, 30 de enero de 2010

RICHARD CORBEN. UNA DELICATESSEN


Hoy estoy de lo más contento. Me llegó hace unos días una publicación editada directamente por Corben (Fantagor Press) que hoy ya he tenido tiempo de disfrutar como se merece. Una grapa de 32 páginas, de título "ODDS AND ENDS", en blanco y negro (y los grises de Corben), en un papel de calidad excepcional...y lo mejor, con la portada autografiada por el propio autor. Una delicatessen de coleccionista. Se trata de una iniciativa del dibujante que bien merece toda la publicidad que pueda hacérsele, especialmente para que ningún aficionado a su arte se la pierda. Se puede adquirir desde hace unas semanas y tan solo vale 13 dólares más gastos de envío. Se puede pedir aquí: http://www.corbenstudios.com/Corbenstudios/sales.html





miércoles, 27 de enero de 2010

PRIMERA RESEÑA SOBRE "JOHNNY WEISSMULLER. BIOGRAFÍA" (T & B Editores)


Primera reseña de mi nuevo libro, del que ya he comenzado a hablar en otra entrada del blog, "JOHNNY WEISSMULLER. BIOGRAFÍA", aquí la teneis: http://www.loqueyotediga.net/diario/show/johnny-weissmuller-biografia
Yo ya lo tengo en mi poder. Ha quedado precioso, es probable que este fin de semana ya esté en las librerias. Espero que os guste. Así que ya sabeis, cualquier opinión, buena o mala, estaré encantado de conocerla. Ánimo a todos, y gracias.




martes, 26 de enero de 2010

SCIFIWORLD Nº 23

En breves días estará a la venta el número 23 de la revista SCIFIWORLD. Qué decir de su portada; para mí la más bonita de toda la historia de la revista. Ya casi dos añitos, y algunos nos pronosticaban el desahucio hace muchos números. !!!Pues ahí seguimos¡¡¡
Mi aportación en este número es, de nuevo, una entrega más de la sección "La máquina del tiempo", esta vez dedicada a una de las mejores películas de Paul Naschy: "El caminante". Sirva esto para continuar con mi particular homenaje (y el de la revista) hacia su persona. Además incluye mi crítica a la película de Michael Haneke "La cinta blanca", posiblemente una de las mejores películas de este año que acaba de comenzar. Que la disfrutéis, tanto por mi trabajo como por el de mis compañeros.

domingo, 24 de enero de 2010

LA PROMOCIÓN DE "LA HERENCIA VALDEMAR"

A muchos les habrá llamado la atención (por espectacular) el peculiar marketing que ha envuelto al estreno de "La herencia Valdemar", que ya está levantando todo tipo de encontronazos, ataques y defensas en foros y blogs diversos (el estreno, no el marketing). Sin duda lo más curioso, por inhabitual, fue el poder escuchar anuncios en radio, avisando de la pronta llegada de la película, al menos tres meses antes de la fecha prevista para el estreno. Está claro que no existen límites en cuanto a las ganas de sacar adelante tan atrevida y loable apuesta. Pero ahí no queda la cosa. Es todo un lujazo el merchandising que la productora ("La Cruzada Entertainment") ha creado para la ocasión, así como los distintos eventos de promoción y los detalles que se han podido ver en ellos de cara a los asistentes, ya fueran prensa o público en general.
Todos ellos, detalles que se echan en falta en los estrenos de las megaproducciones hollywoodienses, cuando precisamente a estas se les supone un mayor respaldo y poderío detrás. Hablo de los decorados que se pudieron ver en el paseo marítimo de Sitges durante el pasado festival, o la invitación a una copa de vino "Conde de Valdemar" (y el regalo de una botellita del mismo) tanto a los periodistas y críticos asistentes al pase de prensa más inmediato a su estreno en Madrid como a los invitados a la premiere en el cine Callao de la capital. Por no decir del elegante y completo pressbook que se incluyó como inserto en la revista "Scifiworld", que se está caracterizando por cuidar y promocionar al producto y a los artistas nacionales, que para eso estamos todos en el mismo barco.


En fin, así da gusto que le traten a uno, ya seas miembro de la prensa o un simple aficionado; así se gana al respetable, y si ya la película te gusta, miel sobre hojuelas. Dejo constancia fotográfica de algunas de estas cosas de las que hablo.

jueves, 21 de enero de 2010

HA MUERTO JACQUES MARTIN, EL PADRE DE "ALIX"


Me hago eco de una triste noticia para el mundo de la historieta, que recojo directamente de la web http://www.alixintrepido.es/ .

"Jacques Martin ha fallecido esta mañana de 21 de enero de 2010, a la edad de 88 años. Jacques Martin, nacido en estrasburgo en 1921, era el último gran representante de la escuela llamada de Bruselas. La escuela con el mayor rigor gráfico y narrativo, que se formó alrededor de la revista Tintín inmediatamente después de la 2ª guerra mundial. Martin, desde 1948, acompañó a Hergé y a Jacobs colaborando durante 19 años con el primero, y rivalizando pronto con el segundo, aunque él abre un nuevo camino. Con Alix, luego Jhen, Arno, Orión, Keos y Lois, fundó un género: el del cómic histórico rigurosamente documentado. A través de los siglos, este Alejandro Dumas del cómic, se ha inspirado en las fuentes históricas y arqueológicas con una exigencia inédita, hizo revivir la Roma de César con Las legiones perdidas, la guerra de los Cien años con jhen, la epopeya napoleónica en compañía de Arno. Con el personaje Lefranc, se introduce con igual suerte y un inigualable realismo, en la actualidad de los años 50: las nuevas amenazas, resultado de los avances tecnológicos, nunca han sido tan perceptibles como el Huracán de fuego o La gran amenaza. Estos relatos no han perdido vigencia en la actualidad.

A finales de los años 80, J. Martin, por culpa de una afección ocular, se rodea de numerosos colaboradores, con el deseo de que sus personajes continúen viviendo nuevas aventuras para alegría de sus muy numerosos lectores. Bob de Moor, Gilles Chaillet, jean Pleyers, Christophe Simon, André Taymans, Olivier Pâques o Thierry Cayman aseguran de por vida, la transmisión de un patrimonio único."

Una lastima que este autor no sea demasiado conocido en nuestro país. Descanse en paz.

"LA HERENCIA VALDEMAR" O ESE CINE ESPAÑOL QUE AUN NO EXISTE


Mañana 22 de enero de 2010 se estrena "La herencia Valdemar", una apuesta por todo lo alto del joven director, guionista y -lo que en este caso es más importante- productor José Luis Alemán. En el lamentable panorama industrial (por llamarlo de alguna manera) que existe desde hace décadas en el cine español, es indudable el acto de heroísmo que supone plantearse siquiera, mucho más llevarla a cabo, una propuesta con las características que J. L. Alemán ha conseguido ver hecha realidad: producir en España una película de corte fantástico, con patina de superproducción a todos los niveles, con un acabado formal envidiable por cualquier película producida en Hollywood -aun recuerdo lo chapuceros que me resultaron los "zombis" del "Soy leyenda" (I Am Legend,2007, Francis Lawrence) protagonizado por Will Smith-, y además sin obtener ni un duro del contribuyente vía subvención.

Es éste, sin duda, un caso flagrante de entrepeneurismo (si se me permite el palabro) que no recuerdo que haya existido en nuestro país. Dice José Luis en alguna entrevista que no sabemos cuantas ganas tiene la gente de poner dinero para hacer una película. Se le supone a José Luis un carácter emprendedor más propio de un empresario que de un cineasta, pues, en el caso que nos ocupa, esa es la parte que más sorprende del proyecto. No es muy habitual que la inquietud artística venga unida a un potencial como empresario o promotor, que sin duda hay que tener muy arraigado para lograr lo que ha conseguido José Luis (ahora mismo sólo recuerdo el caso de Orson Welles o Coppola). En España, creadores en el campo cinematográfico puede haber muchos, pero ¿que harían los pobres sin la figura del productor (como eslabón de la cadena que lleva a producir una película, más que como financiador) o de las subvenciones estatales?

Fuera de los valores artísticos de "La herencia Valdemar", que por otro lado me parece una obra artística dignísima y muy recomendable dentro del panorama de la cartelera actual y pretérita, creo que hay que ser consciente de lo que significa como "producto industrial", siendo destacable precisamente por su categoría de "rara avis" dentro del cine español. Demuestra una cosa, que existe vida más allá del cine pagado por el Estado con el dinero de todos; y espero que sea muy larga y fructífera.

Es por eso que el merito es más digno de estima. Y ¿qué me dicen del planteamiento publicitario que "La Cruzada Entertainment" (la productora de la película) ha entendido adecuado para intentar que la taquilla responda ante "La herencia Valdemar" como se merece? Digno de cualquier estreno inscribible dentro de los blockbusters americanos. "La herencia Valdemar" no tiene detrás ningún canal de televisión que le apoye y por eso no puede beneficiarse de la proyección que esa característica ha dado en casos como el de "Celda 211". Aun distribuyendo Universal, intuyo que todo el esfuerzo mediático es gracias a "La Cruzada..." y a José Luis. La apuesta es fuerte, hay muchos millones de euros que recuperar. Vamos a ver como va todo, seguro que se trata de una experiencia que abrirá camino. Mucha suerte.

jueves, 14 de enero de 2010

JOSEP MARÍA PRADES FIGUERAS, GRACIAS

Josep María Prades es un señor loco por Richard Corben, en cuyo blog: //elextraordinariomundoderichardcorben.blogspot.com/ se dedica a recopilar y comentar todo lo que tenga que ver con tan maravilloso dibujante. Como él, yo soy admirador hasta la médula de este artista. En mi primer libro, "TERROR CINEMA", quise hacerle un pequeño homenaje a Corben incluyendo un dibujo suyo para ilustrar una de la páginas. En dicha ilustración Corben recreaba el Drácula que interpretó Christopher Lee en las películas de la Hammer.






















Cuando mi segundo libro ("JOHNNY WEISSMULLER. BIOGRAFÍA") ya estaba casi terminado, y conociendo la sapiencia de Josep María Prades, le escribí pidiéndole asesoramiento sobre alguna ilustración del artista que evocara o representara a Tarzán. Por supuesto él no dudó en echarme una mano y así fue como encontré el que es mi segundo homenaje a Corben en uno de mis libros. Cosa que espero se convierta en una costumbre en el futuro. Así es como surgió la idea de incluir una viñeta de una página claramente inspirada en el personaje de Burroughs.

Lamentablemente, con las prisas de las correcciones de última hora olvidé agradecer en las páginas del libro la inestimable ayuda de Josep Maria. No puedo más que sentirme avergonzado y le pido disculpas desde aquí. Sirva esta entrada para pedir públicamente perdón y para remediar, de alguna manera, mi torpeza. Muchas gracias Josep. Sin ti no hubiera podido continuar con mi homenaje particular a Richard Corben. Un abrazo.

martes, 12 de enero de 2010

EN FEBRERO DE 2010 LLEGA...


HOMENAJE A PAUL NASCHY en FNAC Callao

El próximo viernes 15/1/2010, a las 18.00 h., la revista SCIFIWORLD organiza un homenaje a Paul Naschy. El lugar será el FNAC de Callao, en Madrid. Se aprovechará la ocasión para rendirle un tributo musical a cargo de una formación compuesta por músicos de los grupos Cripta, Darkmoor y Arwen; así como para que Ángel Agudo (coautor del libro “LA MASCARA DE JACINTO MOLINA”) y Javier Trujillo (ilustrador de la novela de Naschy “ALARIC DE MARNAC”) firmen ejemplares de sus obras. Estoy seguro que multitud de amigos estaremos allí presentes para dar un último adiós a Paul. Pero seguro que habrá más.

lunes, 11 de enero de 2010

ADIOS ERIC

Ya está la noticia por todos lados. Es curioso el alcance mediático que puede tener la muerte de un director del que la gran mayoría del público no ha oído hablar en su vida. Y hablo de ese público que quedaría espantado si por quien sabe qué broma del destino entra en un cine a ver una película de Rohmer. Por desgracia, las películas de este señor no eran precisamente las que alimentaban las multisalas de los centros comerciales. Un alcance mediático que se justifica por ser un representante de una cultura de primera división, alejado de los blockbusters de ahora o del cine comercial americano de siempre. Un exponente de aquello que fue una nueva manera de hacer cine, de ver cine y de escribir sobre cine: la nouvelle vague.
Sus películas no podían ser más pequeñas, más sencillas, contar tan pocas cosas, ser aparentemente tan poco interesantes sobre el papel; ¡pero como las contaba!, su cine era (es) pura magia, pura sensibilidad; era capaz de mantenernos (a algunos) embobados ante la pantalla simplemente viendo como dos personas (normalmente hombre y mujer) hablaban pausadamente, se miraban y paseaban. Que simpleza, que grandeza. Una parte de la magia del cine se ha ido con él.

"CREEPY" DE NUEVO EN LAS LIBRERIAS

Algunos os acordareis de aquellos años en que cada mes acudíais al kiosko a preguntar ¿ha salido el Creepy?. Eran los años ochenta, los años del boom de las revistas de comics en España. Entre otras publicaciones, muchas de Toutain Editor, "Creepy" vino a saciar el hambre de terror que muchos teníamos. Ahora, que de alguna manera el terror vuelve a estar de moda de manera generalizada (aunque descafeinada) por películas y novelas como "Crepúsculo", secuelas y sucedáneos de toda especie, Planeta diCorleone (perdón, Planeta DeAgostini), aprovecha la edición que ya hace tiempo comenzó Dark Horse en USA para sacar tajada de esta moda. Y aquí está en tapa dura, a todo lujo y cada tomo con cinco ejemplares de la revista original (siguiendo el orden que tuvo en Estados Unidos), de nuevo, el "Creepy". Dada la situación económica actual y la forma habitual de trabajo que tiene Planeta, veremos si este primer número tiene mucha continuidad o se da por cancelada la colección en pocos meses. Esperemos que no.

domingo, 10 de enero de 2010

"CINE EN BLANCO Y NEGRO"

A estas horas de la madrugada del sábado termina el pase de LOS SOBORNADOS (THE BIG HEAT, 1953), una de las tantas extraordinarias películas de Fritz Lang, en "el programa del Garci", que ahora se llama CINE EN BLANCO Y NEGRO. Me parece loable, y hoy por hoy una "rara avis", el que Don José Luis mantenga este programa dedicado exclusivamente a un cine despreciado por algunos tan solo por su antiguedad y sus valores cromáticos. Pero ya que se pone, ¿porqué no emitir esas películas en versión original subtitulada?. Sólo puedo pensar que el objeto de tal aberración no es más que un esfuerzo por ser didácticos con un público al que ya le cuesta demasiado ver una película en blanco y negro, evitando así caer en el "exceso" que significaría hacerle leer letreritos. En fin, todo sea por la causa.

jueves, 7 de enero de 2010

LA MEMORIA "INVISIBLE"

Esta entrada también podría titularse " los 25 films invisibles de Paul Naschy". Está muy bien esa defensa a ultranza del cine invisible, como ellos lo llaman, (me refiero a los chicos de "Cahiers du Cinéma España"), ese afán por hacernos llegar a los mortales la quintaesencia cinematográfica de tantas películas denostadas por la distribución y por los malos apetitos de los públicos sin gusto. En el número de enero de 2010 de esta revista del submundo de la verdadera cultura, digna de los paladares más refinados, ahora incluso crean su propio ranking de "cine invisible"; que bien. Lástima que los aficionados al pret à porter fílmico nos perdamos tales maravillas, seguro que se trata de un grupo de especímenes magnificos de la más haute cuisine de nuestro tiempo. Este mes, tanto "Dirigido por" como "Cahiers..." se hacen eco del fallecimiento de Paul Naschy, lo que debe congratular a tantos que lo creían un cineasta olvidado, vilipendiado y estigmatizado por cierto sector de la crítica.


El caso es que cuando "Cahiers..." reseña la desaparición de Naschy dice: "famoso por sus interpretaciones del cine de terror como el Hombre Lobo, Drácula o Frankenstein (...) llegó a dirigir cuarenta títulos". Dificilmente puede ser famoso nadie, menos Naschy, por interpretar a Drácula o al monstruo de Frankenstein en una única ocasión cada uno de ellos (si no me equivoco). Además, ¿donde están esas 25 películas desconocidas de Naschy?; cuarenta menos quince son veinticinco, ¿no?. Luego, el firmante de dicho artículo de "Cahiers..." -también invisible dado que no firma el texto- relaciona los títulos más emblemáticos (según él) del cineasta madrileño. Ojo, ¡los más emblemáticos!, no los mejores, y no cita ni uno solo de los protagonizados por Waldemar Daninsky. Pos vale. La desinformación al poder; eso sí, servida en un precioso y enorme plato con una pequeña porción en el centro.

Parece que existe otro tipo de cine invisible muy distinto del que los cahieristas defienden tanto. Solo que unos tienen por invisible justamente lo que otros ven pero que muy bien. Lo dicho, entre Wong Kar Wai (director de la película que más me ha aburrido en la vida, un engendro llamado "2046") y Jacinto Molina, me quedo con el segundo. Invisibles a mi.
Venga, os espero en la última sección de la revista del mes que viene: "RECTIFICACIONES AL NÚMERO 30".

miércoles, 6 de enero de 2010

ADIOS PAUL, ADIOS


Acabo de terminar de leer el sincero y sentido homenaje que la revista SCIFIWORLD de este primer mes del año le rinde a Paul Naschy. Unas cuantas palabras mías han podido sumarse al mismo. Conocí a Paul en persona ya hace más de un año, en el Festival de Sitges de octubre del 2008. Allí le presenté mis respetos y luego, en días posteriores, pude cruzar alguna palabra más con él. En el año 2009 tuve la oportunidad de hablar de forma más pausada con él en varias ocasiones, todo lo pausada que mi escaso don de la palabra me permitía. La emoción y el honor me desbordaron en cada una de esas oportunidades. En su mirada conocí a un hombre honorable, generoso y siempre dispuesto, como un niño grande que siempre está haciendo aquello que tanto le gusta, aquello que es su vida. En la mía, como amante del cine, siendo esa afición la pasión más autentica de mi existencia (obviando los cariños familiares), no he sentido más emoción que en cada uno de esos encuentros. Luego conocí a su mujer, a sus hijos, y todos reflejaron lo que yo había interpretado que en realidad era él. Todo era coherente. Siendo una persona tan asediada (cariñosamente) por sus fans y por sus amigos como él era, nunca esperé siquiera que se acordase de mi nombre. Luego, ya cuando todo había terminado, su hijo Sergio me contó que Paul sabía perfectamente quien era yo. Tendré que creerle, eso me halaga. Ya hace algo más de un mes que Paul nos dejó, y todavía no se borra ese sabor amargo de no haber podido disfrutar más de su compañía. Quizás estas lineas me estén sirviendo precisamente para eso, para emular lo no vivido. Gracias Paul. Un abrazo.

domingo, 3 de enero de 2010

"LA HERENCIA VALDEMAR", José Luis Alemán contra la "no industria"

Aprovecho el apoyo que este mes de enero hace SCIFIWORLD MAGAZINE a "La herencia Valdemar" para aportar mi granito de arena al asunto. Para ello incluyo en este blog un artículo que publiqué hace pocas semanas en la web "Pasión por el cine", donde también colaboro.

Películas como “La herencia Valdemar” –lo que es sólo una frase hecha, pues pocas así, por no decir ninguna, se han hecho en las últimas décadas en nuestro país; y no, no me estoy olvidando de “El orfanato” de J. A. Bayona– inspiran al cronista, comentarista, crítico, ensuciacuartillas, o como queráis llamarle, un planteamiento bien distinto al que surge cuando es necesario enfrentarse a cualquier otra película. En su caso, lo que uno se plantea es si debe analizar al público que va a ir a ver la película –o más bien al que no va a hacerlo–, en lugar de analizar la película en sí misma.

Que Paul Naschy forme parte del reparto no es ninguna casualidad (mucho menos cuando en una escena existe un homenaje explícito y cómplice a su lobuno Waldemar, esta vez con doble v). En aquellos años setenta el citado cineasta cogía las de Villadiego e iba por libre, siguiendo su propio criterio, sus propias inquietudes, sin hacer concesiones de ningún tipo y obviando ese mal crónico que existe en nuestro país, el de infravalorar –por no decir despreciar– lo autóctono; cosa que no se puede entender más que como un complejo de inferioridad grabado a sangre y fuego en la genética nacional. ¿Por qué no podemos creernos que en nuestras calles, que no son las de Nueva York ni las de Londres, sucedan hechos extraordinarios, o furiosas persecuciones automovilísticas, o tiroteos, o posesiones diabólicas, o…? Afortunadamente eso está cambiando, ahí tenemos la extraordinaria “Celda 211” de Daniel Monzón como muestra, además de alguna serie de televisión, y ahora tenemos “La herencia Valdemar”. Todo esto viene a cuento para ponernos en situación respecto a lo que siente el público en general (el gran público, esa masa amorfa que por otro lado es la que se deja la pasta en taquilla) cuando se enfrenta a una película española que se adscribe al género fantástico de una forma directa, sin intentar aparentar que no lo es (tanto española como fantástica), ni que desearía ser otra cosa. Una película como “La herencia Valdemar”, todo hecho desde un ánimo modesto pero no apocado respecto a sus pretensiones, como el buen cine clásico, aunque nada humilde en los medios utilizados para conseguirlo.

José Luis Alemán ha demostrado tenerlos de hormigón, como se suele decir, siendo valiente y siguiendo esa tradición de lucha contra los elementos, poniendo toda la carne en el asador para intentar crear una película honesta, conjugando equilibradamente los teoremas más clásicos del género con gotas de modernidad que no hacen más que actualizar ese clasicismo (nada de postmodernismos ni mixturas), manteniéndose no obstante elegante en todo momento. Sin efectismos vacuos, ni planos nerviosos, ni sustos baratos de tren de la bruja, sin oscuras estrategias de marketing presentes ya en el mismo papel del guión –como en otros casos–, una estrategia propia de lo que podríamos llamar una mercenaria ingeniería de mercado (y no quiero señalar a nadie, pero estoy pensando en alguien citado no muy lejos de aquí, en otro párrafo, de cuyo nombre de pila figuran solo las iniciales), que suplanta la honestidad artística (la comercial nadie la pone en duda) y la sustituye por la concesión a la taquilla; ésta sí sin concesiones, valga la redundancia. Muy al contrario, el trabajo de José Luis Alemán está muy lejos de todo eso, se arriesga ante un (gran) público con el que a priori se intuye una relación de enfrentamiento, un público que se define a sí mismo yendo en masa (por no decir de forma borreguil) a ver sandeces como “2012” o a comprar el último best-seller que le colocan por delante de los morros en pilas pantagruélicas, situadas en medio del pasillo de su hipermercado de (des)confianza. Realiza así una película de un empaque técnico envidiable (entiéndase esta palabra en su más amplísimo sentido), que pone todas sus cartas sobre la mesa, sin esconder nada a nadie.

Por no esconder, no esconde siquiera la existencia de una segunda parte, ya rodada, y que esperemos tarde poco en estrenarse; una vez llegue primero “La herencia Valdemar”, que podrá verse en salas desde el día 22 de enero. Conocimiento de esta segunda parte, por otro lado, que debe tener muy en cuenta quien vaya a ver la presente, para que el mal sabor de boca que deja el coitus interruptus se transforme en ansiosa impaciencia; cosa mucho más saludable, donde va a parar.
Sólo se le puede echar en cara a José Luis Alemán un cierto exceso de protagonismo de la música en algunos pasajes (pocos), que pudiera haberse limitado a ser algo más discreta; sin que esto enturbie su claro objetivo dramático, que consigue. El tono de las interpretaciones –desigual en sus calidades, cosa también reprochable aunque digna de perdón, no olvidemos que estamos ante una opera prima– no está afectado por una gravedad que las aleje del cine “de género”, que las enmascare como inmersas en otra cosa, sino que mantiene el empaque propio de un contexto que en todo momento está al servicio del toque fabuloso que se pretende dar a la historia. Ni siquiera la bien encauzada historia de amor entre Lázaro y Leonor entra en sentimentalismos excesivos y se mantiene creíble y armoniosa con el resto de subtramas. Al igual que sucede en “Celda 211”, “La herencia Valdemar” demuestra que su director no anhela convertirse en un autor (en el más peyorativo sentido del término), sino que su intento loable es el de hacer un trabajo bien hecho, como los clásicos, siempre de cara al público aunque desde unas coordenadas propias claras e inquebrantables. Conoce y ama el cine de género y quiere formar parte de él, pero no de cualquier manera, no a cualquier precio. Su apuesta es arriesgada, y por eso mismo mucho más valiosa. Es uno de los nuestros y debemos estar a su lado. Su labor demuestra un profundo respeto por el público; esperemos, una de dos, que ese público sepa respetarle a él o, mucho mejor, que ese público demuestre ser merecedor del respeto que se le brinda y esté a la altura de las circunstancias. Nunca mejor dicho, ahora cada cual se retratará en taquilla.

“La herencia Valdemar” no es ninguna película de intención inocua; ese “los periodistas no son más que gente que ha fracasado en sus carreras” (o similar) puesto en boca del personaje de Aleister Crowley –vista la película en un pase “de prensa” como ha sido mi caso– no deja de tener su gracia. Por no decir de los continuos guiños de aficionado, como incluir como personaje a Bram Stoker o al ya citado Aleister Crowley, maestro de ceremonias de los momentos más subversivos. Planteada como un flashback desde la actualidad hasta una época pasada, nos sumerge en la trama con tranquilidad, con la placidez de quien es sabedor de la enorme cantidad de minutos que tiene por delante (segunda parte incluida). Hasta que en cierto momento esa serenidad se convierte en una serpiente ágil, sinuosa pero rápida, que nos empuja hasta un final abrupto, al mismo abismo. Pero habrá más.

viernes, 1 de enero de 2010

"AVATAR" Y LAS 3D

Ayer vi "Avatar", lo que debiera haber sido un acontecimiento de primera magnitud, al menos respecto al tema técnico de las tres dimensiones; en cuanto al argumento en sí no tenía ninguna expectativa positiva, y así fue.

Pero a lo que vamos, mi sorpresa y mi cabreo vinieron de sufrir durante más de dos horas que dura la película el ver como aquello que estaba viendo, que debería ser deslumbrante y espectacular, lo único que era es decepcionante y una agridulce sensación de estafa. Ya había oído algo sobre el tema de que algunos cines estaban proyectando mal las 3D por falta de potencia de la luz de su foco. No se como se soluciona eso, si con otro foco, si dándole a un botoncito o cambiando el proyector. Lo que tengo claro es que de la forma que vimos AVATAR un sala casi llena a las cuatro de la tarde no es, ni de lejos, como estuvo concebida. Toda la película se vio oscura, con lo que en ningún momento nos epataron la supuesta diversidad cromática de la que hace gala la película. Creía que eran cosas mías, pero las tres personas que me acompañaban (menos sensibles en cuestiones cinéfilas) habían sufrido la misma sensación que yo. Y lo que más me sorprendió fue que la sala arrancó a aplaudir al termino de la proyección, cuando lo mínimo que esperaba era que solicitaran el libro de reclamaciones, y lo máximo, que intentaran quemar la sala, esto en el peor de los casos.

Un compañero de revista (Scifiworld) que había visto la película en La Coruña (yo la vi en Madrid) me indicó que a él le había pasado lo mismo. Tan mosca como yo, él en cambio corrió días después a verla de nuevo, pero esta vez de forma tradicional, en 2D. ¿Y que paso? pues que le gustó más, porque al menos había podido disfrutar de unos colores invisibles en el caso de la proyección en 3D. Y eso es bastante ridículo y triste, cuando casi el principal motivo de realizar la película era deslumbrar con la renovación técnica del sistema tridimensional.

Me gustaría pensar que esto se convertirá en escandalo. Pero... esto es España, y aquí parece que aguantamos cualquier desaguisado. Increíble y terriblemente decepcionante.